A modo de reflexión tras el XXV International Conference
Mar Báltico, despensa de ámbar, piedra semipreciosa de resina vegetal fosilizada… De ámbar y de muchos más tesoros cuando te impregnas de la esencia de sus civilizaciones.
Si las Islas Canarias nos dispensaron una gratísima y memorable estancia, los países ribereños de este mar interior y joven han derrochado alegría y saber hacer. De hecho, hemos constatado que se encuentran más próximos al centro-sur de Europa de lo que cabría esperar mirando un mapa. Y para nuestra alegre sorpresa, su gente presume de ello.
RISEBA es una de esas universidades que destila optimismo, vida y detalles por los cuatro costados. No recuerdo haber presenciado ningún hito en el que no primara la planificación y el orgullo de llevarlo a la práctica con un estilo cuidado y pormenorizado. El resultado, podéis imaginarlo: un conjunto escénico muy y muy placentero, unos recursos variopintos y abiertos de par en par para que nada falte, y una participación activa y nutrida de sus autoridades e investigadores más señalados. Con este cóctel, qué duda cabe que la frecuencia cardíaca se torna activa.
Enfrente, AEDEM; nuestro hogar. Y en medio un número mágico y redondo… Enorme la satisfacción por alcanzar la mítica cifra de veinticinco encuentros internacionales, y más aun que haya sido precisamente Riga el marco que le ha dado soporte. Así, muchos amigos y colegas españoles que han gozado de la oportunidad de conocerse mejor; y muchos también latinoamericanos presentes en esta cita. Sorprende Méjico… o quizás ya no. La lealtad es inquebrantable, y el afecto… El afecto es grande y mutuo. Con casi cien participantes in situ, reconozco que me ha emocionado la presencia de tanto y tanto amigo, mucho más por la calidad humana e investigadora que por la cifra, obviamente.
Tuvimos la ocasión de disfrutar de la presencia del Sr. Embajador de España en Letonia. Sumamente afable y próximo, nos dirigió unas palabras con mucho sentido acerca del devenir de las relaciones entre ambos países. Enfatizar en este sentido que hay mimbres y potencial en estos destinos para que nuestros estudiantes egresados –y sus profesores, como no- puedan desarrollar su carrera profesional, y estos vínculos ya enraizados entre AEDEM y el orbe universitario báltico debe servir para canalizarlos. De hecho, el intercambio de datos personales entre españoles y letones fue dinámico. Seguro que pronto conoceremos gratas noticias sobre avances conjuntos.
Y para finalizar, subrayo las dos brillantes intervenciones a cargo de la Sra. Rectora de Riseba University, Mrs. Irina Sennikova; y del Dr. Jaime Gil Aluja, nuestro sempiterno referente y padre de la Academia. Son, sin duda, estas manifestaciones las que dotan de contenido solemne y gran valor humano y académico cualquier acto. Sus protagonistas se sintieron muy a gusto y transmitieron todos los valores imprescindibles en un encuentro como el que nos ocupa. Mi agradecimiento personal y mi afecto para ambos.
Madrid y la arqueológica Regio de Calabria, en Italia, se otean en el horizonte. Un nuevo y doble reto para la institución, y otra aventura universitaria que nunca deja a nadie impasible… No te las pierdas…
Encarna González